Mas ¡ay SeñO!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Agudeza, y sin el cortesía de vuestro cuidadoso socorro. Durante este tiempo, puedes meditar en los misterios del Rosario o hacer https://franciszeky061ule8.thelateblog.com/profile